jueves, 7 de mayo de 2015

Pole Dance

Mis queridas Guachitas, ¿Qué tal? He vuelto a las pistas post matrimonio y ajetreo trabajistico. Y hoy quiero hablarles de algo que a mí me tiene hace rato enganchada: el Pole Dance.


El año pasado, más o menos Septiembre, empecé en clases de Pole Dance de pura chiripa. Una chica publicó en un grupo de FB si a alguien le interesaba tomar clases y obvio yo pregunté donde era y cuanto costaba. Debo mencionar acá que grande fue la sorpresa para todas que 200 y algo personas contestaran a esa publicación pues a muchas les interesaba. Luego de saber lugar y valor, me dispuse a tomar clases intensivas los sábados (2 horas) y de una hora el martes de 8:30 a 9:30 de la noche.

Mi primera clase guachitas fue intensa, llegue a mi casa con brazos y piernas temblorosas, estuve 3 días con dolor muscular. Era tanto el dolor que el señor M me tenía que lavar o secar el pelo porque yo no era capaz de levantar los brazos. Con el tiempo y más clases ese dolor pasó y el cuerpo se acostumbró y mis ganas de caño seguían.

Mi profe, además de ser seca y simpática, era ruda para el pole, siempre nos daba ánimos y poco a poco iba recordándonos las cosas que no podíamos hacer antes y cómo las lográbamos en el minuto, además de hacernos bolsas en las clases con ejercicios de calentamiento y luego la práctica. Yo cuando empecé, pensaba: no me voy a poder ni cagando mi cuerpo. Cuando pude hacer algunos giros, subirme, mantenerme y soltarme de una mano incluso, decía: soy la Queen del caño (hasta que veía a mi profe hacer alguna pirueta) jajaja.

Cuando llegó Diciembre y teníamos presentación estábamos todas heavy metal estresadas porque nuestras familias verían lo que habíamos aprendido, pero también estábamos tristes porque nuestra profe se iba para los estados unidos y nosotras nos quedaríamos sin caño y pegadas en el nivel 3. Así que mí amado señor M me regaló un caño y lo instaló en la entrada de la casa donde pudiera girar sin golpear nada.

Reconozco que previo al matri no practique nada, pero ahora sí y sobre todo porque me compré una cera adherente al caño que me deja terrible pega y puedo hacer lo que sea. Anoche pude, de una pasada, engancharme, extender mis piernas hacia adelante y atrás sin tener que urgirme porque me resbalaba, ahora voy por una colchoneta para poder invertir sin miedo a la caída.

Lo que llama la atención del Pole es que uno lo ve como baile sensual, una oportunidad de aprender, pasarlo bkn y de sudar la gota para lograr los giros, pero una sabe que es un deporte y no para ponerte a bailar como striptease por las noches (más que a tu pareja jajaja). Pero cuando yo contaba que estaba bailando el caño mucha MUJER me miro con prejuicio porque pensaba que quería terminar en un night club, incluida mi madre y chicas de mi edad. Yo creo que nadie que me ha visto bailar el caño puede decir que soy una bataclana porque me veo más como una masa sudorosa y roja jajajaj.

En fin, ahora asumo que practico pole dance y no me da vergüenza decirlo (porque ahora soy un poco mejor que cuando empecé jejeje) pero también porque me da lo mismo que piensen que es baila de mujer de la noshee, porque pucha que hay que tener harto valor para poder hacerlo.

Y ustedes mis guachitas ¿practican algún deporte difícil de contar? ¿Les tincaría hacer Pole Dance? Comenten y motívense que no hay guachita carnuda más happy que la que hace lo que quiere. Les dejo un regalo de una guachita carnuda seca para el Pole Dance.

https://www.youtube.com/watch?v=nml4x_cwfFY

 Reina M

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